BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS: Semana del 29 de Marzo a 4 de Abril de 2021 - Historia y Ayuda Teocrática

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domingo, 28 de marzo de 2021

BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS: Semana del 29 de Marzo a 4 de Abril de 2021

BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS: Semana del 29 de Marzo a 4 de Abril de 2021


Busquemos perlas escondidas (10 mins.)

Que aunque no era incorrecto recoger leña, el pueblo tenía seis días para recoger leña y encargarse de las necesidades relacionadas con el alimento, la ropa y el cobijo pero el séptimo día era exclusivo para atender las necesidades espirituales, si alguien estuviera haciendo algo el séptimo día que no fuera meditar y profundizar su relación con Jehová estaba demostrando que sus prioridades eran otras.

Aunque no estamos bajo la Ley Mosaica este relato nos deja claro lo necesario importante de establecer bien nuestras prioridades, debemos dejar claro cuál es el lugar que deben ocupar nuestros asuntos y necesidades comunes y asegurarnos principalmente de lo más importante que son nuestras actividades y asuntos espirituales.

  • ¿Qué perlas espirituales ha encontrado sobre Jehová, el ministerio y otros temas en la lectura bíblica de esta semana?

Nú 15:1-3. Jehová volvió a hablar con Moisés y procedió a explicarle como debían presentar los sacrificios y las ofrendas cuando finalmente lograsen entrar en la Tierra Prometida, aquí podemos apreciar un gran cambio ya que en el capítulo anterior vimos que Jehová estaba indignado contra ellos por su mala actitud, pero ahora estaba hablando de los arreglos que debían hacer al entrar en Canaán, eso demuestra que los propósitos de Jehová, aunque pueden verse obstaculizados por el pecado de sus siervos, nunca son frustrados y si una generación de sus descendientes no tuvo suficiente fe para recibirla, siguiente generación tendría los beneficios de la tierra que abunda de leche y miel.

Nú 15:30. Toda acción, sea por dichos o por obras, que iban en contra de las leyes de la Ley debía ser castigada para que esa persona reconozca su error, pero todo tiene un límite y en este caso Jehová estaba dispuesto a perdonar a aquellos que hubieran cometido errores no intencionales si se daban cuenta de sus errores rápidamente y los corregían, sin embargo, aquellos que pecaban deliberadamente recibían un juicio más severo, el pecado intencional surge de una actitud impropia hacia Dios y la persona que cometía ofensas deliberadas y voluntarias, ya fuera israelita o residente forastero, tenía que ser muerto por haber hablado abusivamente de Jehová y haber despreciado su palabra y mandamiento, así que no hagamos cosas que le ofendan a Jehová.

Nú 15:38, 39. Jehová le mando a los israelitas hacer algo que sería muy importante para ellos, su ropa tenía que llevar flecos y un cordón azul como señal distintiva de que eran el pueblo de Jehová, pero también como recordatorio de que no debían dejarse guiar por sus corazones ni por sus ojos, porque sabía que los pueblos vecinos iban a parecerles fascinantes a los israelitas y si caían en la trampa de fijarse en ellos, terminarían adoptando primero sus modas y luego sus ideas y costumbres pagana, el hecho de habernos dedicado a Jehová para servirle debería servir como recordatorio de evitar todo aquello que el mundo  de Satanás ofrezca y nos aparte de Dios.

Nú 15:38-40. Los israelitas tenían que poner “flecos en las faldas de sus prendas de vestir” y “una cuerdecita azul más arriba de la orilla con flecos de la falda” ya que esto les permitiría recordar los mandamientos de Jehová, obedecer dichos mandatos y permanecer santos ante Dios, tanto los flecos y la cuerda azul como su actitud debió llamar la atención de las personas de las otras naciones, los siervos de Jehová de la actualidad diferimos del mundo porque observamos las leyes y principios divinos, de hecho, muchas personas admiran nuestra firme determinación de no contaminarnos con nada.

Nú 16:1-3. Al principio Coré no era un rebelde por naturaleza, él era levita qohatita y primo de Moisés y Aarón, le fue fiel a Jehová durante muchas décadas y lo demostró en muchas ocasiones, por ejemplo el privilegio de contarse entre aquellos a quienes Dios libró milagrosamente a través del mar Rojo y puede que participara en la ejecución de la sentencia divina contra los israelitas que adoraron al becerro en el monte Sinaí, pero a pesar de esos años de servicio y muestras de lealtad, se erigió en cabecilla de una revuelta contra Moisés y Aarón, todo su servicio leal fue en vano, el caso de Coré nos enseña que aunque tengamos muchos años sirviendo a Jehová y hayamos tenido muchos privilegios, lo que importante es ser leales a Jehová.

Nú 16:12-15. Datán y Abiram eran cabezas de familia y hombres principales de Israel cuando tuvo lugar el éxodo de Egipto, ellos criticaron el acaudillamiento de Moisés y lo acusaron falsamente de querer nombrarse príncipe sobre el pueblo y que no había cumplido la promesa de dirigirlos a una tierra que manara leche y miel, estos dos centraron sus ataques solo en Moisés, pueda que su principal motivación era que eran descendientes de Rubén, así pues, quizás hayan expresado resentimiento por el hecho de que fuera un levita, Moisés, quien ejerciera autoridad sobre ellos, ya que posiblemente deseaban recobrar la primacía perdida de su antepasado.

Nú 16:23, 24. La instrucción que Jehová le dio a Moisés fue con un sentido de urgencia puesto que ya estaba presto a destruir a los tres cabecillas de la rebelión y a todos los que les apoyaban, literalmente le mando a decir, “Dile al pueblo: ‘¡Aléjense de las tiendas de Coré, Datán y Abiram!’”, esa frase demostraba dos cosa: que el castigo divino sería sorprendente y se efectuaría tal como Jehová había dicho y también serviría de advertencia a los demás israelitas, esta frase nos recuerda a la que se menciona en Apocalipsis 18:4 que nos manda a apartarnos de todos aquellos que se rebelaron contra Jehová, puesto que ellos recibieran su castigo en Armagedón.

Nú 16:41-49. A pesar de que presenciaron el castigo de Jehová contra Coré, Datán y Abiram por rebelarse contra Jehová no les sirvieron de escarmiento ya que al día siguiente la entera asamblea de los hijos de Israel se puso a murmurar contra Moisés y Aarón acusándolos de matar al pueblo, lo que obviamente la paciencia divina se agotó y los muertos de aquella ocasión fueron catorce mil setecientos, solo por no aprender de lo que paso con los rebeldes, aunque Jehová no disfrutó dando muerte a los rebeldes, actuó con decisión cuando se hizo patente que el pueblo iba a seguir sublevándose, cosa que se demostró incluso después de que entraran en la Tierra Prometida.

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